España y Portugal no albergarán el Mundial de Fútbol de 2018 ya que el Comité Ejecutivo de la FIFA ha elegido a Rusia para que sea la sede de este acontecimiento deportivo.
España y Portugal llegaron a Zúrich con las esperanzas de que la ‘Candidatura Ibérica’ volviese como vencedora a la Península puesto que ambos países cuentan con instalaciones deportivas, hoteleras y medios de transportes adecuados para albergar tan importante evento. Pero ambos estados no podrán ver cumplido el sueño de acoger el Mundial de Fútbol de 2018 ya que Rusia ha sabido como meterse a los votantes en el bolsillo y ha sido la elegida.
Rusia se presentó en la ciudad Suiza con buenos argumentos para que la FIFA se decantara por ella. Dijo ser un país puente entre Oriente y Occidente y mostró su compromiso de invertir cientos de millones de euros para construir las instalaciones necesarias para disputar el Mundial. Otro de los argumentos que expuso durante su presentación fue la diversidad cultural del estado y que nunca se ha celebrado este acontecimiento deportivo en un país de Europa del Este.
El resto de candidaturas (Inglaterra, España/Portugal, Holanda/Bélgica) también mostraron sus cualidades y dieron sus razones para ser las elegidas. Sin embargo, los miembros de la FIFA consideraron que Rusia era el país más adecuado, y así se reflejó en la votación.
Votación
La candidatura de Inglaterra cayó en la primera votación, en la que obtuvo sólo dos votos. Bélgica/Holanda obtuvo cuatro, España/Portugal siete y Rusia nueve. En la segunda ronda, Holanda/Bélgica recibió dos votos, la Ibérica siete y Rusia trece, con lo que obtenía la mayoría absoluta, y lograba el ansiado triunfo. Para obtener mayoría absoluta se requerían más de la mitad de los votos totales de los 22 electores, es decir, un mínimo de 12, momento a partir del cual se designaría automáticamente organizadora a la candidatura campeona.
El país más extenso del mundo tendrá que construir 13 de los 16 estadios que exige la FIFA y tendrá que mejorar sus infraestructuras hoteleras y sus transportes para reducir las enormes distancias que existen entre las sedes del Mundial. Putin ha prometido que Rusia eximirá de visados a participantes y visitantes durante la disputa del Mundial, y garantizará el transporte público gratuito en autobuses y trenes por el país a aquellos aficionados que dispongan de entrada para el torneo.
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